CRealidad nació de una niña que miraba las estrellas y sentía que ahí, en el cielo, había algo suyo, Tenía seis años cuando escuché, por primera vez, que las estrellas eran nuestros ancestros.
Y desde entonces supe… que había algo más allá, a mis 6 años, vi por primera vez El Rey León y escuché a Mufasa decirle a Simba que mirara al cielo, que esas estrellas eran nuestros ancestros. Esa frase despertó algo en mí: una certeza de que hay un lenguaje invisible que nos habita, una sabiduría que está más allá de lo que vemos, pero que podemos sentir.
Años después decidí estudiar diseño de vestuario, pero algo dentro de mí comenzó a incomodarse.
Un día, camino a clase, vi la imagen de un león, y todo se volvió a conectar: mi signo, mi fuerza, mi pregunta: ¿Por qué diseñar otoño e invierno si vivo en la ciudad de la eterna primavera?, ¿Por qué seguir tendencias externas cuando podemos vestir desde lo que somos, desde nuestra energía, desde nuestra historia.?
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Recuerdo un día en la universidad, pedirle al universo una experiencia más profunda...
Y llegó: trabajé con comunidades indígenas, viví con ellos, diseñé desde el ritual y aprendí que el cuerpo es símbolo. Que vestirse también puede ser un acto sagrado; La vida me llevó a convivir con la comunidad indígena Embera Chamí, Escopetra Pirza, donde aprendí otra forma de mirar el tiempo, la identidad y la memoria, diseñé vestuario ritual, entendiendo que la ropa no es solo estética: es símbolo, es poder, es relato.
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El camino no fue fácil. En la universidad, muchos profesores pusieron trabas porque no creían en esto. Para ellos —como para muchos otros— diseñar desde la astrología no parecía válido. Pero para mí, fue la forma más honesta de acercarme al diseño: no seguir una tendencia, sino partir de algo propio, genuino, profundamente humano.
Estos obstáculos me hicieron más fuerte, sí, pero también sembraron dudas e inseguridades. Ha sido un proceso largo, emocional y retador… y sin embargo, ahí encontré el pulso de todo. A partir de esa convicción empecé a crear piezas únicas para personas que buscaban experiencias más reales.
Así nació Doce, mi primera marca zodiacal, donde diseñé vestuario y joyería usando la carta astral como punto de partida. Aprendí a leerlas, a interpretarlas desde el lenguaje del diseño, y a crear prendas, ilustraciones y objetos que conectaran con lo más genuino de cada ser.
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Viajé por Latinoamérica, compartí este enfoque con compañías de teatro y procesos de formación artística. Pero sentía que aún no era suficiente; Quería profundizar, ir más lejos, por ese motivo decidí viajar y estudiar un máster en Barcelona de Investigación y experimentación en diseño. Allí confirmé mi intuición: el cuerpo es un cosmos. Y cada carta astral, un mapa único para habitarlo.
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Hoy, después de años de darle forma y sentido, Astrodrama y CRealidad son mi respuesta: una forma de reivindicar el arte de diseñar desde lo que somos.
Un estudio donde la astrología y el diseño emocional se unen para recordarte lo que ya eres:
Una obra con sentido, una energía irrepetible.
No diseño para que encajes, diseño para que vibres con tu propia esencia...
Porque tú también vienes de las estrellas... Y mereces reconocerte con los ojos del alma.